Tuvimos una experiencia preciosa en El Atril; fue como una segunda casa para nuestro hijo.
Queremos destacar y agradecer el cariño y respeto con que las educadoras y adultos responsables trabajan y se dirigen a cada niño y niña. El Atril fue un espacio en que Gabriel aprendió y se desarrolló a su propio ritmo, sin presiones ni apuros. La acogida, la adaptación inicial, las experiencias de aprendizaje se realizan con atención a las señales y necesidades de cada niño, lo que permitió que Gabriel se sintiera seguro, contenido y confiado para explorar y aprender.
Nosotros, como padres, también nos sentimos parte de la familia de El Atril. Nos sentimos respetados y acogidos en nuestras propias preocupaciones y necesidades, y construimos una relación de colaboración, cariño y amistad con el equipo y con otras familias del jardín.
Como familia, estamos profundamente agradecidos por el cariño, cuidado y atención que brindaron a nuestro hijo en estos años tan importantes de su vida. ¡Los extrañaremos y recordaremos siempre!
Recomendamos encarecidamente El Atril a todas las familias que buscan un lugar respetuoso y amoroso para sus hijos. ¡No se lo pierdan!
¡Muchísimas gracias por todo Isi, Vale, Cata, Tania, Coni y Rai! Son un tremendo equipo.
El Atril es un lugar maravilloso con personas que realmente aman lo que hacen. Nosotros llegamos a ellas buscando un lugar respetuoso para nuestra hija Lucía y que ella se sintiera segura. Nos permitieron visitar el lugar antes (en verano cuando estaba cerrado) para que Lucía las conociera y se familiarizara un poco. Tuvimos un proceso de adaptación largo, respetuoso y hermoso, en donde pudimos acompañarla cada minuto, viviendo su proceso, hasta que logró quedarse feliz, segura. Pasamos un momento difícil como familia en donde necesitamos muchísimo más apoyo y el Atril nuevamente nos permitió acompañar a Lucía hasta que se sintiera segura otra vez. Fueron 2 meses en los cuales fuí una más con las chiquillas, conté cuentos, jugamos a la pelota, participé de los talleres de arte y pude conocer desde adentro el amor, la calidez, el respeto y dedicación que tienen con sus niños. Son extremadamente preocupadas de cómo está cada niño, qué le gusta, que no le gusta y así los acompañan y guían de forma amorosa y personalizada de acuerdo a las necesidades de cada uno. Como familia estamos muy agradecidos de haberlas encontrado y faltan palabras para expresar el amor con el que hacen su trabajo, yo lo viví con ustedes durante 2 meses jornada completa. Son lo máximo!
Muchísimas gracias Iis, Vale, Cata, Coni y Tania.